jueves, 30 de agosto de 2012

"CAPITULO 24"


_______ había esperado intercambiar unas palabras en privado con Tom antes de que John Reed lo encerrase en el cobertizo que utilizaban como cárcel, pero los acontecimientos se precipitaron después de que Mike Doolittle se enteró de que Tom ya estaba casado. El intrigante hermano de Michelle se había quedado lí­vido de furia y la emprendió contra Tom y ________, azuzando a la gente contra ellos. Así que cuando las cosas se pusieron realmente feas, Bill y Georg la hicieron subir al caballo y la alejaron de aquel caos. ________ seguía sin asimilar lo sucedido cuando llegó al rancho Kaulitz.

Nunca hubiera supuesto que albergaran unos sentimientos tan violentos hacia su marido. ¿Qué habrían hecho los Kaulitz en su juventud para haberse granjeado la animosidad de tanta gente?, se preguntó. Regresar casado a Dry Gulch no había ayudado a la causa de Tom. Mike Doolittle había conseguido provocar en los habitantes del pueblo un salvaje frenesí. Si Tom hubiera regre­sado a Dry Gulch, admitido haber dejado embarazada a Michelle y después se hubiera casado con ella, con el tiempo le hubieran perdonado; pero había cometido el imperdonable pecado de con­traer matrimonio con otra y ahora todos querían lincharle.

_________ se tranquilizó un poco al saber que Bill y Georg planea­ban proteger a Tom en todo momento ya que, lamentablemente, parecía la única manera de impedir que hubiera una ejecución ile­gal antes de que el juez apareciera por el pueblo en su periplo ha­bitual. Teniendo tantas cosas por las que preocuparse, ________ pasó una mala noche.

 
A la mañana siguiente, ________ entró en la cocina y se sirvió una taza de café que llevó a la mesa para poder continuar con sus silencio­sas meditaciones mientras lo bebía.

Bill entró en la cocina.
—¿Qué te parece nuestro rancho? —preguntó a _______ cuando la vio.

El día anterior, la joven estaba demasiado exhausta, por lo que apenas pudo hacer otra cosa que dar cuenta de la excelente cena que había preparado el cocinero de los Kaulitz antes de irse a la cama. Sin embargo, por la mañana había tenido tiempo de obser­var más detenidamente el hogar de Tom. En algunas cosas era mejor que Circle F y en otras no había comparación.

—Es impresionante —admitió _________, contemplando a través de la ventana la cima cubierta de nieve de una montaña lejana—. Esta casa es mucho más grande que la mía, pero le falta un toque femenino.

—Tenemos un ama de llaves que se ocupa de las tareas diarias, pero la única mujer que vivió aquí después de que se fuera nuestra madre fue la primera esposa de Tom, y no se quedó ni tres meses. Ha sido un lugar exclusivamente masculino desde que puedo re­cordar.

—Lo siento, no tenía intención de... —dijo ________, temiendo estar resucitando dolorosos recuerdos.

—No te disculpes —dijo Bill con severidad—. Mis herma­nos y yo no necesitamos que nos tengan lástima. Pero me gustaría mucho saber cómo es que Tom y tú habéis llegado a ser marido y mujer. Conozco bien a mi hermano, y no es de los que se casan.

—Ya te dije ayer que preferiría que fuera Tom quien con­tara...
—Pero como él no puede hacerlo, me gustaría que me lo ex­plicaras tú.
—¿De qué estáis hablando? —dijo Georg cuando entró por la puerta trasera y vio a Bill y _______ sentados a la mesa.
—Siéntate —le invitó Bill—. _______ estaba a punto de expli­carme como consiguió pescar a Tom.

—Esa sí debe ser una historia interesante, no me la perdería por nada del mundo —dijo Georg, moviendo una silla con la punta de la bota para sentarse.

______ estudió a sus cuñados con los ojos entornados. Los dos eran muy guapos y tenían buena planta. Aunque parecían hombres duros, le daba la sensación de que, si rascabas un poco la superfi­cie, serían cariñosos y leales. Pensó que acabarían encontrando mujeres dignas de su amor. No podía culparles de que, en ese mo­mento, estuvieran preocupados por la apresurada boda de su her­mano.

Georg le dirigió una mirada calculadora.

—Adelante, ________, cuéntanos como conseguiste coaccionar a Tom para que se casara contigo.

______ clavó la mirada en los ojos verdes de Georg, muy distintos a los de su hermano mayor. Poseía unas pobladas cejas negras que ahora estaban fruncidas y en los duros rasgos de su boca resalta­ban unas tensas líneas blancas alrededor de los labios. Su pelo, aunque no tan negro como el de Tom, era lo suficientemente os­curo para realzar la tez morena y darle cierto aire de peligro.

—¿Qué te hace pensar que le coaccioné?
—Conocemos a Tom demasiado bien —explicó Georg—, jamás ha pensado en volver a casarse.

________ centró a continuación la atención en Bill, el mediano. Tenía el pelo más claro que su marido y sus ojos tendían más al color avellana que al verde, pero eran igual de impresionantes que los del resto de los Kaulitz, gracias a las diminutas motas doradas que brillaban en el centro del iris. Había algo duro e inclemente en aquellas profundidades insondables. Algo le decía a ________ que de los tres, Bill era el menos inclinado a aceptar compromisos y al que menos le importaría sacrificarse por sus hermanos.

—Tienes razón —dijo ______ lentamente, deseando poder hacer que lo sucedido no pareciera tan crudo y condenatorio. Pero no parecía que ni Bill ni Georg estuvieran dispuestos a conformarse con otra cosa que no fuera la verdad—. No voy a mentiros ni a deciros que Tom se casó conmigo porque se enamoró locamente de mí.

—¿Tom locamente enamorado? Pensaría que es un chiste —se rió Georg

Bill no dijo nada, esperando que la joven continuara. Recordó la ternura con la que Tom la había tratado y la ansiedad que mos­tró por su bienestar. No recordaba que su hermano hubiera mi­rado nunca a una mujer de la manera en que la había mirado a ella.

_______ bajó la mirada a las manos, que tenía apoyadas con fir­meza sobre la mesa.

—Tom no tuvo otra alternativa. Le obligué a casarse conmigo.

—¿Le obligaste? —La voz de Bill rezumaba furia conte­nida—. Me resulta increíble. ¿Por qué no empiezas por el princi­pio?

La tensión en la estancia era palpable.

—Encontré a Tom en el sótano de mi casa. Había recibido un disparo y estaba al borde de la muerte. Después de que Manuel lograra sacarle la bala, le cuidé hasta que, poco a poco, recuperó la salud.

—¿Quién es Manuel? —preguntó Georg.

—Hace años era capataz en el rancho, pero ya es un anciano. Ahora hace tareas menores y es mi amigo.

—¿Quién disparó a Tom? —inquirió Georg.
—Los vigilantes.                       
—Sigue —la urgió Bill—. ¿Qué sucedió después de que le salvaras la vida?

—Un día, John Reed y los vigilantes aparecieron en la puerta de mi casa. Querían saber si había visto a Tom por allí. Me dije­ron que le perseguían porque había dejado encinta a una mujer en Dry Gulch y que, tras darle una paliza, se había dado a la fuga, pero yo no creí que Tom fuera capaz de una cosa tan terrible, así que les despisté.

—Y Tom se casó contigo por gratitud —se rió Georg—. ¡Im­posible!

—Necesitaba a Tom. Yo estaba a punto de perderlo todo por culpa de Mario Rivas, el banquero de Rolling Prairie, cuyo objetivo era poseer tanto mis tierras como a mí. Me dijo que mi padre había hipotecado el rancho antes de morir, aunque yo sabía que era mentira. Así que pensé que si me casaba con Tom, se daría por vencido.

Bill negó con la cabeza lleno de incredulidad.

—No me puedo crees que Tom accediera a llevar a cabo un plan tan insensato. No es de los que se casan, dan igual las cir­cunstancias.

_______ tragó saliva.

—Es que no estaba de acuerdo. Pero estaba herido y dema­siado débil para dejar el lecho, así que le amenacé; le dije que en­viaría a buscar a los vigilantes si no se casaba conmigo. —Al ver que Bill contenía el aliento, añadió—: No es una disposición permanente. Le dejé claro que podría pedir la anulación una vez que sirviera a mis propósitos.

—¡Le utilizaste! —la acusó Georg.
_______ se sintió herida.

—Quizá. Pero tú no conoces la historia completa. Más bien nos utilizamos el uno al otro. Le salvé la vida. Así que me lo debía. —Sostuvo la mirada de Georg—. La deuda quedó saldada por completo cuando él arriesgó su vida para obtener las pruebas que demostraron que las reclamaciones de Rivas sobre mi ran­cho eran falsas. Si se quedó más tiempo fue porque no tenía otro lugar al que ir.

Tanto Bill como Georg permanecieron inmóviles. ________ se temió que no la creyeran. ¿La echarían de su casa? Supuso que era más que probable.

—Bueno, hay una cosa que no entiendo —dijo Bill con cu­riosidad—. ¿Por qué te encontramos con Tom y los vigilantes? Deberías haberte quedado en el Circle F.

—Tenía el presentimiento de que los vigilantes ahorcarían a Tom sin permitir que se sometiera a un juicio imparcial y me im­porta demasiado para quedarme de brazos cruzados. Quería ayu­darle, así que les seguí. Aunque no sabía cómo, mi intención era detener a los vigilantes e impedir el linchamiento.

—Eso me imaginaba —dijo Bill reflexivamente—. Has sido muy valiente, pero fue una locura. Si no hubiéramos llegado cuando lo hicimos, Reed te habría violado.

_______ irguió la cabeza de golpe.
—Si no hubiera intervenido cuando lo hice, Tom estaría muerto.
—Santo Dios —dijo Georg con repentina comprensión—. Estás enamorada de Tom.
—Eso no es asunto tuyo —replicó _______. Hasta ese momento no había querido admitirlo, ni siquiera ante sí misma, pero ya no había razón para negarlo.
—No esperes que Tom te corresponda —advirtió Bill.

_______ se estremeció ante la dureza de esas palabras, pues sabía que eran ciertas.

—¿Crees que no lo sé? Sólo estoy aquí para ayudarle, no para cazarle. En cuanto esté en libertad, regresaré al Circle F y él podrá dedicarse a lo que quiera que se dedicara antes de que le obligara a casarse conmigo. No será difícil obtener la anulación o el divor­cio, dadas las circunstancias de nuestra boda.

Bill la miró con intensidad.

—¿Existe alguna posibilidad de que estés embarazada? Co­nozco bien a Tom y, si estáis casados, seguro que habréis com­partido cama. ¿Vas a intentar retenerle por medio de un niño?

Alarmada ante tanta franqueza, ________ le miró con helada dig­nidad.
—Yo no haría tal cosa.

Bill no mostró reacción alguna.

—Pero es posible, ¿no? —Aquella implacable crueldad sólo era una prueba de su tenacidad. Para Bill todo tenía una explicación, incluso las cosas que parecían desafiar la razón.

_______ se enfrentó a él sin ceder un ápice.

—Sí, es posible. Pero eso no cambia nada. Jamás retendría a Tom sabiendo cuánto aborrece el matrimonio. Tengo un rancho y poseo los medios para mantener a un hijo. De todas maneras, es una tontería hablar de esto; todavía es muy pronto para saberlo.

Georg negó con la cabeza intentando encontrar algún sentido a todo lo que ________ les había contado. Sabía que algo no encajaba, pero no era capaz de descubrir el qué.

La mente fría y analítica de Bill ya había sopesado los hechos cuidadosamente y llegado a una conclusión; puede que ésta no le gustara demasiado, pero resolvía de manera satisfactoria algunas preguntas para las que no encontraba respuesta.

—Amas a Tom, ¿verdad, ________? Admítelo.
_______ apretó los labios.
—Tu hermano no es un hombre fácil.

Georg soltó una carcajada.

—En eso tienes razón.
—Pero es cierto, ¿no? —siguió presionando Bill.
—¡Sí, maldita sea! ¡Le amo! Pero tranquilo, no le diré una pala­bra a Tom si tú también mantienes la boca cerrada.

—Lo sabía. Me preguntaba por qué razón habías arriesgado la vida por él. Pocas mujeres lo harían. Aunque no creo que yo sea capaz de amar, he visto esa emoción en algunas personas.

—Tom no es una de ellas —agregó Georg—. Esta conversa­ción sobre amor y bebés me está poniendo nervioso. Centrémo­nos en algo importante ¿qué vamos a hacer para salvar la vida de nuestro hermano? Las cosas comienzan a ponerse feas.

—Quiero ayudaros —se ofreció ________—. ¿Qué puedo hacer?
—Tengo la impresión de que Tom no quiere que te quedes aquí —dijo Georg.

_______ alzó tercamente la barbilla.

—No pienso irme. No me iré hasta que esté todo resuelto.

Bill suspiró.

—Me figuraba que dirías eso. Bueno, será bueno contar con toda la ayuda que podamos para arrancar la verdad a Michelle, pero sigue insistiendo en que Tom la sedujo y la dejó embara­zada. Mantiene que la golpeó cuando le suplicó que se casara con ella para darle un nombre a su hijo. Sin embargo, Tom afirma que jamás la tocó, y yo le creo. Georg y yo estamos convencidos de que todo es cosa de Mike Doolittle para tener vía libre a nuestro dinero.

—¿Tenéis una buena posición económica? —preguntó ________ con curiosidad—. No lo sabía. La mayoría de los rancheros de la zona apenas sobreviven.

—Nuestro padre era un hombre muy inteligente —se jactó Georg—. Invirtió parte de su herencia en una pequeña mina de plata. Así que no es que seamos millonarios, pero nos defendemos mejor que otros.

—Y toda esa riqueza es el motivo por el que Michelle acusó a Tom —filosofó _________.

—Es cierto que Michelle está embarazada —dijo Bill—. En cuanto encontremos al responsable, todo quedará aclarado.

—¿Y si voy a hablar con Michelle? —preguntó _______—. Quizá se sincere con otra mujer.

—Eres la mujer de Tom —dijo Georg significativamente—. Michelle te odiará en cuanto te vea, ¿no ves que te has casado con el hombre que quiere para ella?

_________ meditó durante un rato.

—Todo esto me resulta muy extraño. ¿Por qué quiere Michelle casarse con un hombre que supuestamente le ha agredido?

Bill la miró confuso.

—Jamás lo había visto de esa manera. Supongo que por una parte, Mike la presiona para que se case con Tom. Por otra, al ca­sarse, sea él el padre de su hijo o no, conseguirá que su hijo no sea ilegítimo. Mike no permitirá que eso ocurra. Es demasiado orgu­lloso.

Georg hizo hincapié en otra idea inquietante.

—Tom ya está casado y a Mike no le gusta nada que sea así. Os apuesto lo que queráis a que va a seguir dándonos problemas.

________ se puso en pie con tanta rapidez que la silla cayó al suelo.

—¡No podemos dejar que ocurra! Voy a hablar con Michelle.
—Te acompañaré —se ofreció Bill.
—No, quiero que me digas cómo llegar a su casa, pero será mejor que vaya sola. ¿Estará su hermano allí?
—No. Estos días parece como si se hubiera trasladado a vivir al saloon.
—¿Me podría encontrar con algún otro problema?

—El padre de Michelle está postrado en la cama porque pa­dece del corazón, así que estará acostado, y allí no vive nadie más.

—De acuerdo, indicadme cómo llegar.

Bill accedió al darse cuenta de que _________ era una joven sensata que sabía cómo usar la cabeza. Se rió para sus adentros al imaginar los fuegos artificiales que estallarían cuando se juntaran las dos mujeres.

Cuando la joven se dio la vuelta, Georg pareció fascinado por el provocativo balanceo de sus caderas, que se dibujaban a la perfec­ción bajo aquellos pantalones tan ajustados. Esperó a que desapa­reciera antes de mirar a su hermano.

—Parece que nuestro hermano ha encontrado a su media na­ranja. No sé si es un hombre muy afortunado o el que tiene la peor suerte del mundo.


CHICAS.... aqui esta el capi... me alegro tanto de que les guste la Ficc....
y me encantan sus comentarios...
 y VIRGI... a mi igual me encantaria seguir comunicandonos.. no solamente por los comentarios.. jejej y Espero que Tu mamá este mejor =).. y tu igual...

Gracias Por todo..

Las Quiero...
y si puedo les subo otro capi antes de irme del trabajo.. pero quiero que comenten este capi jajajaja xd

Cuidence...
BYE =D





4 comentarios:

  1. claro tu nadamas dejame tu face o agregame como gustes, y me gusto mucho el capitulo, cuidate y que estes bien chauu xD

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  2. Awww la fic esta muy emocionante.. *.*
    Me encanta .. Disfruto tanto leer tu fic..
    Siguelaa. Ahora Michelle le dira la verdad a (tn)??
    Subee bye cuidate ;-)

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  3. esta nove me tiene locaaa me encanta es muy diferente a las demás como el cabeza dura de Tom la trata a ella ,los malos y el detalle del camisón y mi favorita cuando ella lo esta bañando cuando el esta erido mmm ajjajj!
    me encanta!

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  4. visitad mi blog os gustara http://fashion3ero.blogspot.com.es/

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