jueves, 23 de agosto de 2012

CAPITULO 19
Rancho Delaney Dry Gulch, Montana
Bill Kaulitz releyó la carta de Tom por décima vez desde que la había recibido. ¿Por qué no había vuelto a escribir su hermano?, se preguntó. Según decía la carta, había recibido un balazo. ¿Estaría herido de gravedad? Si lo estuviera, no habría podido escribirles, ¿verdad? Y había sido el propio Tom quien había escrito aquella carta de su puño y letra.
Justo en ese momento Georg entró en tromba en la casa, cerrando con un sonoro golpe la puerta trasera.
Bill levantó la vista.
—¿Ya has regresado del pueblo? ¿Alguna noticia?
—Nada bueno —dijo Georg—. Ni una palabra de Tom. ¿Crees que está bien?
—La gente del Circle F se habría puesto en contacto con nosotros si le hubiera ocurrido algo, así que creo que está dejando pasar el tiempo. Sin embargo, debería de habernos escrito ya otra carta; quizá estemos a punto de recibirla. ¿No te has enterado de nada más?
—Johm Reed sigue hablando mal de Tom a todos los que le quieren escuchar. Y que Michelle se pasee por el pueblo con el vientre cada vez más hinchado no es precisamente una ayuda. Además, su hermano no sale del saloon en estos días, no hace más que emborracharse y quejarse de cómo Tom se escapó de los vigilantes; sus protestas irritan a Reed, y éste se muestra cada vez más ansioso por atraparle. ¡Maldita sea, Bill, no es justo! Tom es un buen hombre.
—En nombre del Cielo, ¿qué podemos hacer para ayudarle que no hayamos hecho ya? —se preguntó Bill con desesperación.
—Tenemos que darle coba a Michelle. Quizá si la adulamos un poco, logremos que nos diga la verdad.
—¿Y cuál de los dos se ocuparía de ello? —quiso saber Bill, arqueando un ceja.
—Tú eres el mayor de nosotros dos, por lo que deberías ser tú, Bill. Es por el bien de Tom.
Bill suspiró. —Muy bien. A ver qué consigo.
Rancho Circle F Rolling Prairie, Montana
Tom releía la carta de su hermano presa del desánimo. No había nuevas noticias de Dry Gulch, los vigilantes seguían buscándole y Michelle continuaba contando la misma historia. A pesar de lo mucho que lo deseaba, aún no podía regresar a casa, pero tampoco podía quedarse allí; no podía ejercer de marido cuando estar casado iba en contra de todos sus principios.
—Imagino que no has recibido buenas noticias —dijo ________ al entrar en la sala y ver a Tom leyendo la carta.
—Esperaba... Bien, mis hermanos siguen intentando limpiar mi nombre. Por desgracia todavía no lo han conseguido. Michelle se mantiene en sus trece y continúa difamándome.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó _______ en voz baja.
Tom ignoró deliberadamente el visible anhelo que apareció en las profundidades azules de los ojos de su esposa. Era demasiado transparente y mostraba lo que estaba pensando en cada momento.
—No lo digas, __________, ni siquiera lo menciones. No pienso quedarme. Jamás quise casarme contigo, ¿recuerdas?
—Aún no puedes irte a tu casa —le recordó.
—Puede que no, pero tengo muchos lugares a los que ir. Poseo dinero suficiente para desaparecer donde prefiera hasta que las cosas se calmen.
____________- tragó saliva. A pesar de todas las buenas intenciones de no retener a Tom, no estaba preparada para perderle. Sólo de pensar en las noches y los días sin él, se le ponía un nudo en la garganta. ¿De qué le servía conservar las tierras si no tenía con quién compartirlas?
—Aquí estás a salvo. Nadie sabe quién eres.
—No estoy completamente seguro.
—¿Quién podría enterarse?
—No lo sé, pero da igual. Nada ha cambiado; quiero irme. _______ emitió un pequeño suspiro.
—Haz lo que te dicte tu corazón, Tom.
—A estas alturas ya deberías saber que no tengo corazón. Te he dicho que me quedaría hasta que regresen los hombres de entregar las reses, y eso haré. Me marcharé cuando vuelvan.
—Te he salvado la vida. ¿Eso no significa nada? —le suplicó ________, pensando que su orgullo no era tan importante, aunque sabía que terminaría arrepintiéndose más tarde.
—Yo salvé el rancho, ¿tampoco eso significa nada? —replicó él.
—Podría haberte dejado morir o haberte entregado a los vigilantes.
—Pero no lo hiciste.
Ella alzó la barbilla con terquedad.
—Aún podría hacerlo.
Él la miró fijamente, estudiándola con tranquilidad y sopesando lo que veía.
—Sé que no lo harás.
Ella se dio la vuelta, incapaz de soportar la fría furia que brillaba en sus ojos.
—No, tienes razón.
—Ya no estoy indefenso. Si realmente pensase que serías capaz de eso, me largaría ahora mismo.
—No sé por qué discutimos —dijo _________—. En especial después de todo lo que has hecho por mí. Jamás estuvo previsto que nuestro matrimonio fuera permanente, lo sé. No me siento orgullosa de mí misma por haberte utilizado, espero que puedas perdonarme algún día.
—A mí tampoco me gusta lo que has hecho. De todas maneras, no esperaba otra cosa de una mujer.
—Has sido tú el que me enseñó a sentirme mujer y siempre lo recordaré.
Las palabras de ________ provocaron la cólera de Tom.
—Cualquier hombre habría hecho lo mismo.
—Pero ese hombre has sido tú.
Tom clavó los ojos en ella durante un buen rato, luego echó la cabeza hacia atrás y se rió.
—De acuerdo. Me utilizaste, cierto, pero los dos hemos obtenido beneficios; yo te deseaba y te tomé. Creo que nuestra asocia¬ción ha sido fructífera para ambos.
—¡Tú no has tomado nada! —declaró ________ enfadada—. Fui yo la que se entregó a ti. Quería que fueras el primero.
La diversión desapareció de los ojos de Tom.
—¿Estás insinuando que seré el último?
________ negó con la cabeza.
—Jamás volveré a casarme, pero si estamos hablando de tomar un amante... ¿quién sabe? Tras haber dicho todo lo que pensaba sobre el tema, la joven se excusó.
—¡Espera! —Tom la cogió del brazo y la apretó contra su cuerpo—. ¿Cuánto tiempo esperarás para tomar a un amante des¬pués de que me vaya? ¿Ya has elegido a uno? He observado cómo disfrutas pavoneándote delante de los vaqueros y la manera en que ellos te miran.
—No sabes nada de nada, Tom. Además, ¿por qué debería importarte? —________ sabía que estaba tendiéndole un cebo, pero no pudo evitarlo. No quería que pensara que cuando se fuera, ella se iba a quedar desolada.
—Es que no me importa.
Tom clavó los ojos en el exuberante contorno de sus labios, e inclinó lentamente la cabeza. Tomó posesión de su boca mientras la apretaba contra su cuerpo asiéndole las nalgas y moldeándola contra la dura cordillera de su excitación.
—No deberíamos hacer esto —jadeó ________ cuando él la soltó y pudo recuperar un poco el aliento—. Ya sabes adonde nos conducirá.
—Claro que lo sé. —Entonces la volvió a besar, como si la cuestión no le preocupara. —Todavía es de día —sostuvo ________, más excitada de lo que quería admitir—. Tengo que preparar la cena y...
—Deberías contratar a una mujer que te ayude en la cocina y en los quehaceres domésticos. Sé que te gusta más trabajar fuera.
—Ya había pensado en eso. He hablado con Dom y Héctor. Tienen una hermana que está dispuesta a venir a vivir aquí y ayudar en la cocina y las tareas domésticas. Pasarán por su casa cuando regresen de vender las reses y la traerán con ellos.
—Bien. —Intentó besarla de nuevo, pero ella le mantuvo alejado.
—Más tarde, Tom. Tengo cosas que hacer. Tengo que alimentar a las gallinas, recoger los huevos...
—Me rindo —dijo Tom, levantando las manos para que no siguiera soltando aquella retahíla. Una mirada extraña y algo ansiosa brilló en los ojos de él—. Me alegra que quieras continuar manteniendo relaciones íntimas hasta que me vaya. No lo olvides, esta noche seguiremos donde lo hemos dejado.
Se giró bruscamente y se dirigió al exterior. _______ clavó los ojos en su espalda, incapaz de añadir nada. Después de la primera noche juntos, habían establecido un acuerdo tácito: cada noche Tom la esperaba en su propia habitación y, si no aparecía, él iba a la de ella. Y cada vez que se perdía entre sus brazos, ________ notaba que los lazos invisibles que había entre ellos se estrechaban un poco más. Deseaba que Tom sintiera lo mismo; pero sabía que para él sólo era un pasatiempo, que usaba su cuerpo para aliviar la frustración y la lujuria. Y ella se lo permitía.
Suspirando, siguió a Tom al exterior, pensando que realmente se había metido en un buen berenjenal. Había esperado que estar casada con Tom fuera algo sencillo y práctico, pero no había tenido en cuenta el atractivo de aquel hombre, ni su virilidad o su determinación para llevarla a la cama. Y, sobre todo, no había es¬perado su propio deseo por complacerle.
Él no había mantenido en secreto su disconformidad a seguir casado con ella después de que le obligara a contraer matrimonio. Con todo y con eso, a pesar de saber el tipo de hombre que era, de conocer su aversión al matrimonio y al amor, ella se había entregado a él libremente. Y continuaría haciéndolo hasta que se fuera. Tom no era como él creía; a pesar de todo lo que decía, tenía buen corazón. Ella había experimentado su afecto en miles de pequeñas cosas de las que él no era consciente. _______ intentaba encontrar una razón que explicara aquella inesperada necesidad por Tom, pero no le gustaba nada lo que su mente y su corazón le insinuaban.
Chicas aqui esta el capi de hoy =D espero les guste... ya vieneeeee....
tal vez algo inesperado... uf ya quiero subirles un capi mañana... Cuidense chicas...
Las Quiero...
Bye =D

2 comentarios:

  1. buenisimo el capitulo morrita, siguela no demores chauu XD

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  2. siii yo tambien quiero que subas capi mañana amo la fic... :D

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