CAPITULO 18

—No me puedo creer que sea libre —dijo _________ profundamente aliviada. Le debía a Tom mucho más de lo que podría pagarle nunca, pero lo único que podía hacer era dejarle partir tan pronto como quisiera irse. Además, era demasiado orgullosa para aferrarse a un hombre que no quería estar con ella.

—Somos libres los dos —dijo Tom—. Considero pagada mi deuda y ya podemos poner fin a este matrimonio forzado.

_________ asintió solemnemente con la cabeza.

—Estamos empatados. Has logrado más de lo que cabía esperar, has conseguido que Rivas no pueda poner las manos en mi propiedad y que no me pueda obligar a casarme con él. Tom se sonrojó y apartó la mirada.

—Voy a la oficina de correos —dijo bruscamente, zanjando el tema. Saber que ya no tenía razones para quedarse con _________ había hecho que le diera un vuelco el corazón.

—Iré a comprar los suministros que necesitamos y los cargaré en la carreta. —Había notado que él había levantado otra vez un muro a su alrededor, como si se estuviera protegiendo de algo que consideraba muy ofensivo.

El cinismo de Tom se interponía entre ellos y siempre lo haría, pensó con tristeza. Las lecciones que la vida había enseñado a su marido y los malos recuerdos de antiguas decepciones, le habían convertido en la clase de hombre que era ahora.

Al otro lado de la calle, Pete se apoyó contra la fachada del saloon y observó cómo Tom y ________ se alejaban del banco. Había acudido al pueblo para recibir instrucciones de su jefe, pero se había detenido para apagar la sed. No le había prestado atención al hom¬bre que tenía al lado hasta que se dio cuenta de que, como él, parecía interesado en Kaulitz.

—Oiga, ¿no es ese Tom Kaulitz? —preguntó el desconocido.

Pete miró al hombre de reojo.

—Sí, ¿quién iba a ser sino?

—Pero ¿qué clase de ley hay en Rolling Prairie?

—La ley de los vigilantes. ¿Por qué?

—¿Ha oído hablar de Dry Gulch?

Pete asintió con la cabeza, preguntándose adonde llevaría todo aquello.

—Los vigilantes de Dry Gulch están buscando a Tom Kaulitz desde que atacó a una mujer y la dejó malherida. Le persiguieron pero acabaron perdiendo el rastro. Creo que les gustará saber dónde se encuentra ahora.

Pete prestó atención de inmediato. —¿Quiere decir que Kaulitz no es de Wyoming?

—¿¡De Wyoming!? Sus hermanos y él administran uno de los ranchos más grandes del territorio de Montana. Se creen que pueden hacer casi cualquier cosa y escapar de rositas, pero en esta ocasión han llegado demasiado lejos.

Una astuta sonrisa atravesó los angulosos rasgos de Pete. Rivas agradecería mucho aquella información.

—¿Regresará usted pronto a Dry Gulch?

—Debo seguir camino hacia el sur para comprar las propiedades de un matrimonio que quiere regresar al Este. No sé cuánto tardaré, pero si dispusiera de más tiempo, regresaría a Dry Gulch e indicaría a los vigilantes dónde se encuentra Kaulitz. Es una lás¬tima que no pueda retrasarme, pero no quiero que los Gaffords encuentren otro comprador.

—Muchas gracias, señor —dijo Pete, apartándose de la pared. Rivas iba a agradecer mucho aquella información. Se frotó las manos codiciosamente, pensando en la sustanciosa recom¬pensa que obtendría.

Rivas estaba de un humor de perros cuando Pete entró en el despacho, pero cuando éste se fue, sonreía de oreja a oreja.

Chicas de ahora en adelante.. se va a poner interesante la historia.. uf ya les quiero subir capi mañana jajaja.. si puedo voy a tratar de subirles un capi mas tarde.. pero si puedo.. no les aseguro nada =/...

Espero que este capi les haya gustado aunque es un poco mas corto... xd

Se me cuidan chicas...

Las Quiero

Bye =D