lunes, 20 de agosto de 2012

CAPITULO 16
__________ se desperezó, renunciando lentamente a sus excitantes sueños. Pero entonces se movió y se dio cuenta de que en realidad no había sido una fantasía. Le dolían partes de su cuerpo que no sabía que existían y, a pesar de esos dolores y molestias, la inundaba una lánguida satisfacción. Sonrió, recordando la noche de placer que había disfrutado; se acordaría de Tom y de esa noche mientras viviera. Tom...
Alargó el brazo, buscándole. Su parte de la cama todavía olía a él, pero estaba fría. Se ruborizó al recordar los desmayados besos que le había dado y cómo había respondido a sus caricias. Ahora tenía recuerdos suficientes para toda una vida.
El siguiente pensamiento la llenó de miedo y horror. ¿Se habría ido sin despedirse? Sería muy propio de él desaparecer sin decírselo a nadie. Pero se dijo a sí misma que no debía desesperar, sabía que era algo que ocurriría en cualquier momento; desde el principio de su acuerdo, ella le había exigido cosas que no estaba dispuesto a ofrecer. Y no era de los que perdonan. Le había utilizado en su lucha contra Rivas y, fuera o no su marido, él había cumplido su parte del trato. Ahora le tocaba a ella cumplir la suya y dejarle marchar.
Decidida a afrontar el día y el resto de su vida sin Tom, _______ se levantó de la cama, quedándose momentáneamente desorientada al encontrarse en la habitación de su marido. El precioso camisón estaba en el suelo, donde había caído en aquel momento de desenfrenada pasión. Se lo puso con rapidez y abrió la puerta con cuidado. No quería que nadie la viera abandonar una habitación que no era la suya, y menos vestida de aquella manera, pero no había peligro, pues nadie salvo Manuel tenía motivos para entrar en la casa y él estaba realizando las tareas diarias.
_______ se detuvo bruscamente cuando vio a Tom subiendo las escaleras. Su marido vaciló cuando la vio salir al pasillo. Ella clavó los ojos en él y se sonrojó, sin saber qué decirle al recordar la manera en que había respondido la noche anterior y esa misma mañana, pero fue él quien habló primero.
—Ya iba siendo hora de que te levantaras, perezosa. —Le dirigió una lenta sonrisa que la hizo estremecer de pies a cabeza—. Venía a despertarte.
—Pensaba que te habías marchado.
La joven supuso que él acababa de bañarse en el río, pues todavía tenía el pelo mojado.
Tom clavó los ojos en su cara y ella se derritió cuando bajó la mirada por su cuerpo.
—Todavía no. Antes tengo que enseñarte algo. —Ella se ruborizó al darse cuenta de la imagen que ofrecía y de que, si se fiaba de la expresión de su cara, él estaba recordando la increíble noche que habían pasado juntos—. He pensado que podría apetecerte tomar un baño caliente. Es probable que estés un poco dolorida. Ella se ruborizó todavía más y bajó la vista a sus pies descalzos.
—Un caballero no debería hablar de ese tipo de cosas con una dama —murmuró, avergonzada.
Tom sonrió de oreja a oreja, haciendo que el corazón le diera un vuelco. —¿Acaso alguna vez he presumido de ser un caballero? He llenado de agua caliente la bañera que hay en la despensa. Podemos hablar mientras te bañas. Lo que tengo que decirte es importante pero, como estabas durmiendo tan profundamente, no quise despertarte y preferí dejarlo para más tarde.
_______ se puso alerta. ¿Qué sería eso tan importante que tenía que decirle? ¿Que se marchaba? Desde luego era lo que ella esperaba.
—Venga, baja antes de que se enfríe el agua.
—Déjame coger antes una bata —dijo _________, dirigiéndose a su habitación.
________ se entretuvo en su cuarto todo lo que pudo antes de reunirse con Tom en la despensa anexa a la cocina, que usaban como cuarto de baño.
—Por fin —murmuró Tom. Ella se dio cuenta de que no le quitaba la vista de encima—. He tenido que añadir otro cubo de agua caliente. Venga, métete en la bañera. Te sentirás aliviada.
¿Por qué tenía que ser tan solícito?, se preguntó ella de mal humor.
—Puedo bañarme sola —le dijo cuando fue evidente que él no iba a salir del cuartito.
—____________, tu cuerpo ya no guarda secretos para mí —le recordó, deslizando lentamente los cafes ojos por su figura y consiguiendo que ella volviera a arder de pasión.
Aunque la joven no deseaba recordar lo ocurrido, sí quería bañarse. Y no lograría obligarle a salir de allí si él no quería hacerlo.
Se quitó la bata y se metió en la bañera, hundiéndose en el agua con un suspiro.
—¡Qué placer! —dijo ella, apoyando la cabeza contra el borde y cerrando los ojos.
—Hablaba en serio cuando te dije que no tenía intención de ser tan rudo anoche —se justificó Tom.
—No es necesario que te disculpes. No me has hecho daño. Bueno, salvo la primera vez... —Se sonrojó y apartó la vista—. ¿Cuándo te vas? —preguntó secamente.
Tom clavó los ojos en ella, fascinado por el tentador vislumbre de sus cremosos pechos y de los pezones rosados que oscilaban bajo el agua. El dulce reclamo que suponía el triángulo de vello dorado casi le hizo olvidarse de que tenía que decirle algo de suma importancia. Se dio la vuelta cuando ella enjabonó un paño y comenzó a lavarse. De hecho, esperó un buen rato antes de volver a mirarla.
Cuando lo hizo, _________ ya se había puesto la bata, aunque ésta no ocultaba precisamente sus maduras curvas; la tela se había humedecido y se pegaba a su cuerpo como una segunda piel.
—He hecho café —dijo Tom—. Podemos tomarlo mientras hablamos.
_______ siguió a Tom a la cocina con una expresión de curiosi¬dad en el rostro; sirvió dos tazas de café y se sentó. Él hizo lo mismo frente a ella y miró fijamente el espeso brebaje negro, per¬dido en sus pensamientos.
—¿Qué es lo que pasa, Tom? Ya sé que te vas a marchar, ¿por qué le das tantas vueltas al asunto?
—Sabes de sobra que no podría irme hasta que sienta que he saldado mi deuda contigo. Me salvaste la vida, podías haberme entregado a los vigilantes cuando me encontraste, pero no lo hiciste aunque podría haber sido el tipo de hombre que describió John Reed cuando apareció por aquí en mi busca: un seductor que maltrata vírgenes inocentes. Yo soy un hombre agradecido y siempre pago mis deudas.
—¿Qué estás tratando de decirme, Tom? Te obligué, literalmente, a casarte conmigo. Bien sabe Dios que fuiste un novio reacio.
—¿Me hubieras entregado a los vigilantes si no hubiera accedido? Me tenías a tu merced. Estaba demasiado débil para huir y no tenía ningún lugar adonde escapar aunque hubiera podido hacerlo.
_______ le dirigió una sonrisa inescrutable.
—Jamás lo sabremos, ¿verdad?
—Da igual. Anoche saldé mi deuda.
—¿Que anoche qué? —_________ frunció el ceño llena de consternación—. ¿A qué te refieres?
Tom metió la mano en el bolsillo del chaleco y sacó un papel, que dejó sobre la mesa ante _______. La joven clavó los ojos en el documento durante un buen rato, luego levantó la mirada hacia Tom y le observó a través de las lágrimas que le nublaban la vista.
No era su intención llorar, pero no podía evitarlo. Nunca hubiera imaginado que Tom volvería a intentarlo después de haber fallado la primera vez y se preguntó cuándo habría sustraído la hipoteca del despacho de Rivas.
—¿Cuándo la conseguiste? Estuviste conmigo toda la noche. No has podido...
—Me temo que anoche te dejé tan agotada que no notaste cuando salí; ésta vez sí tuve éxito.
_______ se quedó aturdida. —¿Por qué no me dijiste lo que pretendías hacer?
—¿Y que volvieras a seguirme? No, señora.
—¿Fuiste solo? —_________ contuvo el aliento.
—No, exactamente. Manuel se empeñó en venir conmigo.
—¿Se lo dijiste a Manuel pero a mí no?
—Yo no le dije nada; debió presentirlo, pues me estaba esperando en el establo con los caballos ensillados. Sabemos que hay un espía en el rancho, así que Manuel decidió confiar en Bud y le pidió que hiciera guardia e impidiera que nos siguieran. Me ha dicho que ninguno de los vaqueros abandonó el rancho anoche, por lo que nadie alertó a Rivas en esta ocasión. No nos tropezamos con ningún problema. Ah, por cierto, también encontré esto.
Sacó otro documento del bolsillo que entregó a _______.
—¡La escritura! ¿La has encontrado en el despacho de Rivas? Tom asintió con la cabeza.
—Tenemos que cotejar la firma de la hipoteca con la de otro documento de tu padre que tengas en casa.
_________ brincó de la silla llena de excitación.
—Venga, vamos a revisar las firmas ahora mismo. Oh, Tom, no sabes lo que significa esto. Si podemos demostrar que no son iguales y que ese vil gusano de Rivas falsificó la firma de mi padre, ya no podrá arrebatarme el rancho.
Salió disparada de la cocina sin dejar a Tom otra opción que seguirla, encantado de que su deuda hubiera quedado saldada al fin. Si el documento era un fraude, Rivas ya no podría apro¬piarse de las tierras de los Fuller. Se quedó mirando a ________ que, con los ojos llenos de lágrimas, se inclinaba sobre el escritorio de su padre, buscando un documento firmado por él.
—¡Aquí! —gritó triunfante—. Y aquí hay otro más. La firma de la hipoteca no es más que una burda imitación. Cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta de que ha sido falsificada. —Le ofreció a Tom los papeles para que los estudiara él mismo.
Tom examinó los documentos con detenimiento; _________ tenía razón, la hipoteca era falsa y no se habían esmerado demasiado en ocultar el engaño.
—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó __________—. ¿Esperar a que el juez aparezca de nuevo por el pueblo?
Tom consideró las alternativas, sopesando cada una de ellas con sumo cuidado.
—En el pueblo publican un periódico, ¿verdad?
—Sí, el Rolling Prairie Weekly. ¿Por qué?
—¿Te importaría dejar que me encargara yo de resolver este asunto? —preguntó. ________ lo miró fijamente.
—Pensé que te marchabas ya.
—Me marcharé, pero todavía no. Aún me quedan un par de cosas por resolver. Ahora que ya hay suficientes novillos en los cercados para cumplir el compromiso con el ejército, Bud y los vaqueros los llevarán al fuerte. He pensado quedarme contigo hasta que regresen con el dinero de la venta. Entonces, aún te quedarán suficientes cabezas para seguir criando nuevos novillos y, además, tendrás fondos en el banco para mantener el rancho mientras trabajas para conseguir más dinero.
—No es necesario que esperes más, sé de sobra cuántas ganas tienes de irte. ¿Sabes algo de tus hermanos? ¿Te han llegado noticias de cómo se están resolviendo tus asuntos?
—No sé nada nuevo. Cuando vaya al pueblo para dejarle claras las cosas a Rivas, aprovecharé para enviar otra carta.
—Te acompañaré —insistió _______—. No vas a privarme del placer de ver la cara de ese canalla cuando lo acuses de haber falsificado la hipoteca.
—Me parece bien. Tenemos pruebas suficientes para obligarle a dar marcha atrás. —Le dirigió una mirada seductora—. Podremos irnos después de desayunar si no te sientes demasiado incómoda.
—Estoy bien —le aseguró _________. Regresaron a la cocina—. No me apetece demasiado desayunar, estoy demasiado ansiosa por enfrentarme a Rivas.
Tom la atrapó cuando pasó por su lado y la rodeó con los brazos. Luego le cogió la cara entre las manos y se la alzó hacia la de él para poder besarla a placer. El sabor de la boca de ________ le recordó la pasión que habían compartido la noche anterior: sabía a magia, a dulzura y luz del sol. La apretó con fuerza contra su cuerpo al tiempo que profundizaba el beso y ladeó la cabeza para lamerle los labios antes de introducir la lengua entre ellos.
La joven gimió contra su boca, presa del dulce esplendor de aquella renovada promesa de pasión. Cuando Tom le abrió la bata en busca de los pechos, ella se arqueó, ofreciéndose a él.
—La noche pasada fue maravillosa —susurró Tom con la voz entrecortada. Santo Dios, aquello no debería estar pasando. Cuando satisfacía la lujuria que sentía por una mujer, rara vez volvía a desear acos¬tarse con ella, pero _________ rompía todas aquellas reglas no escritas; la deseaba con la misma intensidad que la noche anterior.
—Quiero volver a amarte, saborearte entera. Quiero volver a acostarme contigo ahora mismo.
Interpretó el silencio de ________ como aceptación y, tomándola en brazos, hizo que la bata se deslizara por el cuerpo de la joven hasta caer al suelo, para pasar por encima y dirigirse hacia las escaleras.
—¿Señorita ________, va todo bien? Siempre está levantada a estas horas.
—¡Oh, Dios mío! —________ escondió la cara contra el torso de su marido justo cuando Manuel atravesaba la puerta trasera. Tom se giró para ocultar la desnudez de _________ y miró al anciano por encima del hombro.
Cuando el hombre la vio en brazos de Tom, escupió al suelo y le lanzó al cowboy una mirada que habría derretido el hielo.
—Parece que me estoy preocupando sin razón —dijo secamente—. Ya veo que está perfectamente. —Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta con paso airado.
________ se aferró a Tom con la cara en llamas.
—Déjame en el suelo, Tom. ¿Qué pensará Manuel de mí?
—No pienso soltarte. —La voz de Tom era dura e implacable—. Manuel no es quién para juzgarnos. Estamos casados, ¿recuerdas? Fuiste tú quién insistió en que nos casáramos y no te atrevas a negar que la noche pasada disfrutamos los dos por igual.
—Lo que hicimos fue satisfacer nuestra lujuria —matizó _________.
Tom continuó subiendo las escaleras.
—Pues larga vida a la lujuria. ¿Me deseas, ________?
Silencio.
—No se te ocurrirá negarlo ¿verdad?
Silencio.
—Eres una cobarde, cariño.
—Nadie me ha llamado nunca cobarde. Sí, maldita sea, te deseo, ¿satisfecho?
—Mucho.
Le dio una patada a la puerta del dormitorio y la depositó sobre la cama deshecha. Entonces se desabrochó el cinturón, se descalzó y se quitó la ropa. Al poco rato estaba tan desnudo como ella y duro como una roca. Se sentía como un adolescente a punto de disfrutar de su primera mujer y odiaba dejarse llevar por esa clase de emoción.
Chicasssss espero que les guste el capi... se que tal vez no este tan entretenido pero espero les guste.. y sorry por no subirles un capi el viernes pero como les dije.. el resfriado no me dejo tranquila jajaja xd... cuidense chicassss... mañana les subo capi..
Bye =D

4 comentarios:

  1. Awwwww al gin ya saben que ese maldito de Rivas falsifico la firma. era de suponorse..
    Ahora pudrete Rivas. ;-)
    Hahahaha Manuel tuvo q encontrarlos asi..
    Tom ya se enamoro de (tn) . Muero por saber que pasara?? Amo la fic. Sii sube mañana todos los dias XDD..
    Bye cuidate

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  2. ay que bueno que ya descubrieron la farza!!! sube pronto ya quiero saber que pasa con Rivas y con ellos dos!!!:D y siiii sube todos los dias o seguido esq esta bien padre la fic jaja

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  3. estas loca claro que esta super interesante el cap :) que bueno que ya descubrieron la farsa de ese maldito de Rivas....me encanta que Tom siga deseando (TN) eso quiere decir que siente algo x ella wiiiiiiiii ojala que si este sintiendo algo x ella :)
    sube otro cap xfa quiero saber que pasara amo la fic es genial :)

    bueno cuidate mucho y que te mejores pronto chao :)

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  4. estas EXCELENTE TAMITHA HAHHAHHA sube pronto y no lo dejes asi... ay dios que verguenza a de haber pasado la pobre de _____ cuando manuel los vi hahha siguele chavala, esta genial la fan fick.. chauu :D

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