martes, 21 de agosto de 2012

CAPITULO 17
_________ le lanzó una mirada encandilada mientras pensaba que él le afectaba de una manera que no lograba comprender. Le ardía la piel, le hormigueaban los pechos y notaba una bochornosa humedad entre las piernas. Sin embargo, cuando Tom se inclinó sobre la cama, ella estiró los brazos, ansiosa, hacia él.
—Sí, tócame, cariño. Mira que duro que estoy para ti. Esto es lo que provocas en mí. Basta con un roce, una mirada y me muero por poseerte.
___________ le rodeó con los dedos y notó que él contenía la respiración. Intentó alejar la mano, pero Tom no le dejó; puso sus dedos sobre los de ella e hizo que recorriera la larga erección de arriba abajo, mostrándole sin palabras lo que más le gustaba. De repente, la soltó y se puso encima de ella.
Tom se dedicó a despertar el deseo de __________ con lentos y sensuales movimientos de sus manos y su lengua, lamiendo y succio¬nando sus pechos, acariciándola entre las piernas y besándola sin parar hasta que ella le suplicó que la poseyera.
Cuando por fin se apiadó de ella, la alzó encima de él, haciendo que pusiera las piernas a ambos lados de sus caderas y la empaló lentamente. _________ se quedó sin aliento cuando notó que la llenaba por completo.
—Móntame, cariño —le ordenó con voz ronca. Le sujetó las caderas y le enseñó a moverse de arriba abajo, hasta que ella aprendió el ritmo y se contoneó buscando más placer. _________ echó la cabeza hacia atrás y entreabrió los labios, dejándose llevar por la oleada que crecía en su interior y que la arrastraba cada vez más arriba, cada vez más intensa, hasta que pensó que se le licuarían las entrañas.
Tom ya no podía esperar más. Sabía que estaba tan a punto de alcanzar el éxtasis, que temió dejar atrás a __________, así que deslizó la mano entre sus cuerpos, buscando el nudo de su deseo con el pulgar. Cuando lo encontró, sonrió y movió el dedo con suavidad hasta que la oyó gritar y estremecerse de pies a cabeza.
—Venga, cariño, córrete para mí ahora mismo —la urgió Tom sin poder controlarse más. ________ sintió una ardiente hoguera en su interior y fue consumida por las llamas. Unas oleadas palpitantes la atravesaron mientras se veía envuelta en un placer tan intenso que casi la hizo perder el conocimiento.
Tom emitió un grito ahogado y se perdió en el interior de su esposa sin dejar de mover las caderas. Notó que tenía el corazón desbocado y que se había quedado sin respiración. Se quedó quieto durante un buen rato, hasta que ella se movió, entonces la hizo rodar a su lado y clavó los ojos en el techo, preguntándose qué demonios le ocurría. ¿Se habría vuelto loco? Debería sentirse feliz tras haber solventado la deuda que tenía con __________ y saber que era libre para irse y reanudar su vida anterior, pero lo único en que podía pensar era que esperaba que no estuviera demasiado dolorida para hacer el amor otra vez esa noche. Como no tuviera cuidado, se encontraría atado a ella para siempre, y eso le resultaba inconcebible; el matrimonio no era para él, y punto. Aquellos intensos sentimientos que tenía hacia su esposa eran producidos por una lujuria ardiente y estaban destinados a desaparecer.
—Se está haciendo tarde —dijo ella con languidez.
—Prepararé el desayuno mientras te vistes. Llevaremos la carreta; puedes aprovechar el viaje al pueblo para comprar suministros.
—¿Sabes cocinar?
—Sé hacer muchas más cosas de las que te imaginas —dijo él, dándole una palmada en el trasero antes de levantarse de la cama.
—Supongo que sí —dijo _________, observando cómo se vestía. «No te hagas ilusiones, no se quedará el tiempo suficiente para que averigües de qué cosas se trata.»
Una hora después Tom se dirigió al establo para enganchar los caballos a la carreta mientras _______ terminaba de limpiar la cocina y se encontró a Manuel esperándole. —No apruebo lo que estás haciendo, Kaulitz, aunque sé que no es asunto mío. La señorita __________ parece feliz ahora, pero ¿cuánto tiempo seguirá siéndolo? ¿Hasta que te vayas?
—No es mi intención hacerle daño. Lo que ha sucedido entre nosotros tenía que ocurrir tarde o temprano, así que no pienso mentirte, he deseado acostarme con ella desde que la vi... bueno, desde que me encontré lo suficientemente bien para ello. ________ ya es adulta, sabe lo que hace.
—Es una joven inocente comparada contigo —gruñó Manuel.
Tom ignoró las palabras.
—Vamos al pueblo a ver a Rivas, si lo deseas puedes acompañarnos.
—Prefiero quedarme aquí y vigilar a los hombres. Pete se marchó a caballo hace unos minutos.
Tom agudizó la atención.
—¿Pete? ¿No mencionó adónde iba?
—Dijo que tenía que resolver un asunto en el pueblo.
_________ entró en el establo, poniendo fin a la conversación. La joven se quedó consternada cuando los vio dejar de hablar bruscamente. ¿Qué pensaría el anciano? Era como un segundo padre para ella y quería tener su aprobación. Tom no dio oportunidad a que Manuel le dijera nada, la ayudó a subir al pescante inmediatamente y se sentó a su lado sin perder tiempo.
—Estaremos de regreso a la puesta de sol, Manuel —le dijo mientras ponía en marcha la carreta.
—Déjame hablar a mí —dijo Tom cuando entraban en el banco. Habían llegado al pueblo hacía sólo unos minutos y, tras dejar la carreta frente al almacén, se habían dirigido a hablar con Rivas—. ¿Has traído la hipoteca y las cartas con la firma de tu padre? __________ asintió con la cabeza, agradeciendo que Tom tuviera las ideas tan claras. Ella estaba tan enfadada con Rivas que no se creía capaz de hablar con coherencia. Encontraron al banquero en su despacho y, tras comunicar su deseo de verle, él mismo abrió la puerta y les invitó a entrar.
—¿Han venido a darme ya la llave de la casa del rancho? —preguntó con una expresión engreída.
—No —respondió Tom en tono cortante—. Mi mujer y yo estamos aquí para exigirle que detenga el embargo.
—¿A exigirme a mí? ¿Y por qué iba a hacer eso? Todo es legal y está claro como el agua.
—¡Porque ha falsificado la hipoteca! —exclamó _________ incapaz de contenerse por más tiempo.
Tom le lanzó una mirada de advertencia y ella apretó los labios.
—Nos gustaría echar un vistazo a la hipoteca.
—Es un poco tarde para eso —indicó Rivas—. Los documentos han sido ejecutados, nos encontramos ante un hecho consumado.
—Nunca es tarde para hacer justicia —dijo Tom. El frío des¬precio de su voz debería haber servido a Rivas de advertencia.
—Ya ha visto la hipoteca.
—Quiero que se la enseñe a _________-.
—También la ha visto.
—No la vi bien —intervino __________—, estaba demasiado pertur¬bada cuando me la mostró y apenas la miré.
—¿De qué va todo esto, Kaulitz? Tom sacó un montón de legajos del bolsillo, apartó dos y los plantó debajo de las narices del hombre.
—Mire esto bien, Rivas. La firma en estas dos cartas es auténtica. —Entonces sacó la hipoteca y se la mostró para que la examinara—. Esta firma es una falsificación. Pensó que sería fácil engañar a una mujer que estaba sufriendo, ¿verdad?
Rivas abrió la boca sorprendido. Pensaba que la hipoteca se encontraba a salvo y en su poder. ¿Cómo había llegado a las manos equivocadas?
—¿Dónde ha conseguido esto?
—Eso no importa. Ahora soy yo quien tiene la sartén por el mango. Puedo llevar todas estas pruebas al periódico y exponerle a la condena pública. Piense cómo quedará ante los habitantes del pueblo: usted, un ciudadano respetable y un hombre de negocios de reconocido prestigio, estafando a una pobre mujer indefensa. Los clientes sacarán el dinero de su banco y usted se arruinará. ¿Es eso lo que quiere?
Piénselo bien, Rivas. Creo haber oído que también tiene aspiraciones políticas. Si es así, ya puede ir olvidándose de todo a menos que coopere conmigo.
Rivas movió los labios pero no dijo nada. Se dio la vuelta bruscamente, corrió al archivador y comenzó a buscar frenéticamente el dossier Fuller.
—¡Me la han robado! —les acusó, intentando arrebatar la hipoteca desaparecida de la mano de Tom.
Él le brindó una amplia sonrisa mientras la ponía fuera de su alcance. —No puede probarlo. —Cogió a ________ del brazo e hizo ade¬mán de acompañarla hacia la puerta—. Vamos, cariño. Tenemos una cita con el editor de Rolling Prairie Weekly. Esta clase de noticias podría hacer que agotara la tirada.
—¡Espere! —Rivas había comenzado a sudar copiosa¬mente—. No es necesario hacer público todo esto.
Tom sonrió. —¿De veras? Supongo que quiere llegar a un acuerdo. La hipoteca falsa quedará en manos de _________ para asegurarnos de que no vuelve a ocurrir nada parecido. Modificará sus registros para que conste que el Circle F no tiene ninguna deuda y, además, detendrá el embargo de inmediato y se comprometerá a no volver a molestar nunca a __________ con sus indeseadas atenciones.
—¿Algo más? —preguntó Rivas en tono sarcástico.
—No, eso es todo. ¿Está de acuerdo?
—Rompan la hipoteca —les suplicó Rivas—. Guardarla no servirá de nada.
—No estoy de acuerdo. Ah, otra cosa más, me gustaría saber a quién pagó para que robara el ganado.
—¿Qué le hace pensar que es cosa mía?
—No somos estúpidos, Rivas. Se le está acabando el tiempo. ¿Prefiere que nos dirijamos al periódico y...?
—¡De acuerdo, maldita sea! ¡Fue cosa mía!
—Oh, y también quiero una declaración firmada en la que constate que sobre el rancho Circle F no pesa ninguna hipoteca. Que no existe ni ha existido nunca. Escríbala, fírmela y féchela.
Rivas maldijo durante un buen rato antes de coger papel y pluma y escribir la declaración que Tom exigía. El cowboy la leyó y se la metió en el bolsillo. Entonces le pidió a _____________ la hipoteca, la rompió en mil pedazos y los dejó caer al suelo.
—Ya han obtenido lo que querían, váyanse de aquí. He cumplido mi parte del trato, espero que usted cumpla la suya. Si sale a relucir alguna palabra sobre esto, haré que lamente haberse metido con Mario Rivas.
—No me asusta, Rivas, las palabras se las lleva el viento —replicó Tom—. Hágame caso, como le vuelva a ver rondando a mi mujer, será usted quien lo lamente.
Habiendo dicho todo lo que tenía que decir sobre el tema, Tom abrió la puerta y guió a ________ fuera del despacho. Unos momentos después salían del banco y respiraban aire fresco, lim¬piando el apestoso olor del engaño de sus pulmones.
Chicas espero que les guste el capi........ mañana les subo el otro.. y gracias a todas por sus comentarios..
Las Quiero =)
Bye =D

4 comentarios:

  1. hayyyyyyy no me da pena por que tom se va a irrrrr sube pronto.

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  2. aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh me encanto el cap pero no quiero que Tom se baya y me deje sola nooooooo que se quede con migo y seamos felices por siempre :)
    ya quiero que sea mañana para que subas otro cap :)

    bueno cuidate muchoooooo besitosssss chao :)

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  3. oww q Tom demore su partida o no de vaya y que bueno que ya desenmascaraon a rivas sube pronto :)

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  4. ESTA BUENISIMA CHIQUILLA!! SIGUELA NO DEMORES

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