lunes, 3 de septiembre de 2012

"CAPITULO 27"


Dos horas después, Georg regresó con el reverendo Purdy, un hom­brecillo medio calvo con pequeños ojos redondos y la nariz bul­bosa. Venían acompañados de otro hombre.

Al reverendo Purdy le esperaban todos, a John Reed, no.

—Quería que Reed oyera la verdadera historia de una vez por todas, así que lo he traído para que escuchara lo que tenía que decir Michelle —dijo Georg tras invitar a los hombres a entrar en la casa.

—No hasta después de la boda —recordó Mike—. Vamos, no perdamos más tiempo, ¿reverendo?

—¿Dónde está el novio? —preguntó Purdy con ansiedad. Georg le había pagado en efectivo para que no hiciera preguntas sobre aquella extraña petición. Y era más dinero del que había visto en mucho tiempo. No imaginaba por qué Michelle había cambiado de hermano, pero le habían pagado y él mantendría la boca cerrada. Su trabajo era salvar almas, incluso aunque éstas es­tuvieran más allá de la redención divina.

—Aquí estoy, reverendo —dijo Bill, entrando en la sala—. ¿Comenzamos?

El reverendo Purdy miró el semblante de Bill y se puso pá­lido. Se aclaró la garganta ruidosamente.

—Si la novia y el novio se acercan a la chimenea, empezaré de inmediato. ¿Quiénes son los testigos?

—Yo —dijo Georg, dando un paso al frente—. Mi cuñada y yo actuaremos como testigos.

—Y yo entregaré a la novia —añadió Mike.

Todo terminó en menos de cinco minutos. Bill pronunció los votos en tono frío y calmado y a Michelle le tembló la voz, aunque tampoco vaciló.

Tanto los novios como los testigos firmaron los documentos y el reverendo Purdy salió de allí con cien dólares más en el bol­sillo.

—Ahora que la boda ha terminado ¿por qué no me contáis qué demonios ocurre? —preguntó Reed—. Sé que no me habéis traído aquí para asistir a la ceremonia. Esto tiene visos de ser un casamiento forzado. ¿Acaso tengo en prisión al hermano equivocado?

—Siéntate, Reed —le invitó Bill—. Mi mujercita tiene que hacerte una confesión. Ven, querida, acércate y cuéntale todo.

Michelle le lanzó tal mirada de terror a Bill, que _______ casi sintió lástima por ella.

—Adelante, Michelle —la urgió Mike—. Ahora ya estás casada y puedes contar la verdad.
Durante un momento, Michelle pareció confundida.

—¿La verdad, Mike?

—Ya sabes a qué me refiero —dijo Mike secamente—. Cuéntale a Reed lo que hablamos antes, justo antes de que Bill se ofreciera a casarse contigo.

El mencionado soltó un poco elegante bufido.



—Tom no hizo las cosas de las que le acusé —dijo Michelle, mirando a Mike en busca de apoyo. Entonces, procedió a exponer ante Reed la historia que su hermano había ideado sobre un vio­lador que la había golpeado y por qué había mentido sobre Tom—. Me siento avergonzada —dijo al terminar—. Cuando ese extraño abusó de mí y me golpeó, debí quedar conmocionada y... y pensé que había sido Tom.

—En cuanto me lo contó —añadió Mike—, vinimos a aclarar el error con Bill y Georg. Entonces, Bill se ofreció caballerosa­mente a casarse con Michelle y ella aceptó.

—Si pensáis que me voy a tragar ese cuento chino, es que estáis más locos de lo que pensaba —exclamó Reed.

—No tienes otra alternativa —dijo Georg—. Michelle repetirá la historia ante el juez si es necesario. Sea el Juez de la Horca o no, Walters no colgará a un hombre inocente y tú lo sabes. Será mejor que vayamos al pueblo y liberemos a Tom.

—A la gente no le va a gustar nada la idea —les advirtió Reed—. Maldita sea, llevo mucho tiempo esperando poder ven­garme de Tom Kaulitz y al final me encuentro con esto.

—Habéis sido Mike y tú los que exaltasteis los ánimos de la gente —acusó Bill—. Pero cambiarán de idea cuando Michelle les cuente su historia.

La joven palideció.
—¿Tengo que hacerlo?
—Sí —dijo _________ sin sentir piedad por ella—. Tendrás que ha­cerlo.

Reed, impotente, notó que la furia le poseía. No debería haber esperado tanto para linchar a Tom. Por desgracia, algunos hom­bres se habían negado a ahorcarle y parecía que la gente se empe­zaba a cansar de escuchar cómo Tom había seducido a Michelle. Maldita fuera, si incluso algunos de sus hombres habían expresado sus dudas, pues también habían seducido algunas mujeres. Por eso había hecho planes para llevar a cabo un linchamiento secreto aquella misma noche. Nada estaba saliendo cómo esperaba. Si no supiera que era imposible, pensaría que Tom Kaulitz estaba compinchado con el mismo demonio.

—¿Preparado para ir al pueblo, Reed? —preguntó Bill. La dureza en su voz advirtió a John que como no hiciera lo que que­rían, sufriría las consecuencias, y uno no debía enfrentarse a los Kaulitz cuando estaban enfadados.

 

A ________ le brincaba el corazón de alegría mientras se dirigían al pueblo.  «Tom es libre, Tom es libre», repetía una y otra vez para sí misma. Lamentaba la manera en que habían obtenido su libertad y compadecía a Bill con todas sus fuerzas, pero no podía evitar la alegría. Incluso aunque aquello quisiera decir que ya no tenía ninguna razón para quedarse en Dry Gulch.

Tom no quería una esposa y ella no le impondría su presencia. Había hablado con el abogado el día antes y éste, después de es­cuchar la inusual historia, se había mostrado de acuerdo en pre­parar los documentos de divorcio que presentarían ante el juez. Aquel inesperado giro en los acontecimientos la había convencido de que sería mejor someterse a los deseos de Tom y regresar a casa en un par de días.

Todavía seguía dándole vueltas a todos esos pensamientos cuando llegaron al pueblo. Se dirigieron directamente a la cárcel con intención de que Reed dejara a Tom en libertad.

Cuando se asomó por la ventana enrejada del calabozo, a Tom le bajó un escalofrío de aprensión por la espalda; toda su familia estaba reunida frente al edificio.

—¿Qué ha pasado? —preguntó, clavando los ojos en ________, que formaba parte de aquel insólito grupo de personas que incluían a los Doolittle y a John Reed—. ¿Ha llegado el juez? ¿O se trata de un linchamiento?

___________ le brindó una brillante sonrisa y Tom se asombró por lo feliz que parecía. Había ocurrido algo que la hacía flotar en una nube de felicidad. Entonces, buscó a Billg con la mirada y el co­razón se le cayó a los pies. Conocía a su hermano tan bien como a sí mismo y su expresión era absolutamente sombría. Observó luego a Georg y pensó lo raro que era que sus dos hermanos tuvie­ran el ceño fruncido y que __________ estuviera radiante de alegría.

—Eres libre, Tom —dijo Bill mientras esperaban a que Reed abriera la puerta. Pero éste no parecía tener ganas de meter la llave en el cerrojo, así que le empujó a un lado y fue él mismo quién introdujo la llave en el oxidado agujero y la giró.

Tom atravesó el umbral y parpadeó por culpa de la brillante luz del sol.

—¿Alguien puede explicarme qué ha sucedido?

Esperando evitar una escena cuando su marido descubriera lo que Bill había hecho, _________ se adelantó tirando del caballo que habían llevado para él. Alrededor de la cárcel había comenzado a congregarse una multitud de curiosos.

—Será mejor dejar las explicaciones para cuando regresemos a casa —dijo ________, mirando a la gente con nerviosismo.

Tom se acercó al caballo. No le gustaba nada todo aquello; estaba seguro de que había pasado algo. Su mirada cayó sobre Mike y Michelle mientras arrancaba las riendas de la mano de _________.

—¿Qué hacen ellos aquí?
Mike atravesó la multitud, arrastrando a su hermana y se detuvo ante él.

—Felicita a mi hermana, Tom —le dijo, muy satisfecho de sí mismo—. Se ha casado hoy mismo con tu hermano Bill. Michelle se sintió tan embargada por la felicidad que, de repente, re­cordó que no eras el responsable de lo que le ocurrió. Le debes tu libertad.

Tom se giró hacia Bill con una expresión de furia.
—¿Te has vuelto loco? ¿Qué te ha llevado a cometer semejante locura?

Su hermano le sostuvo la mirada.

—Lo hice por ti. Pensaban lincharte antes de que llegara el juez y no podía quedarme de brazos cruzados sin hacer nada.

—Así que te has casado con esta perra intrigante para salvarme la vida.
—Tú habrías hecho lo mismo.

—¿Es que todas las mujeres son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir lo que quieren? —exclamó Tom mirando a _______ como incluyéndola en su condena al sexo débil.

Con el corazón en un puño, _______ sintió el abrasador calor de su mirada y la animosidad que transmitía. Era casi como si él la culpara a ella del aciago destino de Bill.

Conteniendo un sollozo, dio la espalda a aquel oscuro y hostil resentimiento. Sin defenderse de nada, se subió al caballo y se di­rigió al rancho Kaulitz. Quizá le diera tiempo a hacer el equipaje y marcharse antes de que él llegara. Le ahorraría tener que echarla.


Tom observó que _________ se alejaba, pero no intentó seguirla. Es­taba rodeado de gente. Vecinos que sólo dos días antes pedían su muerte a gritos, ahora le felicitaban por haberse librado del verdugo. Mientras ocurría todo aquello, permaneció inmóvil, con los puños cerrados a los costados, observando a los Doolittle con una mirada tan llena de repugnancia que Mike contuvo cualquier burla que tuviera intención de hacer.

Finalmente, Georg se acercó a él.

—Vámonos a casa, Tom.

—¿Y Bill? No estará planeando irse de luna de miel con Michelle, ¿verdad? —Sus palabras fueron frías y burlonas—. Espero que no piense que va a escaparse de mi furia. Y vosotros estáis tan locos como él por dejar que se sacrificara de esa manera.

—No he podido evitarlo, Tom. Ya conoces a Bill. Una vez que se le mete algo en la cabeza, no hay manera de hacerle desistir. Vamos yendo nosotros, que él tiene que arreglar un asunto con Mike Doolittle. En lo que respecta a Michelle, todo seguirá como hasta ahora, ella se quedará en el rancho Doolittle y Bill seguirá viviendo con nosotros; todo el mundo sabe que este matrimonio no es más que una farsa.

—Todos los matrimonios lo son —replicó Tom—. Nada de lo que he visto hasta ahora me hace pensar otra cosa. Vayámonos de aquí. Estoy sucio, hambriento y...

—Y quieres ver a ________ —terminó Georg por él—. Me pregunto por qué se fue con tanta prisa. ¿La has contrariado de alguna ma­nera?

—No conoces las circunstancias que rodean mi matrimonio —le dijo Tom acompañándole hasta su caballo.

—_________ nos las contó. Bill la interrogó en cuanto llegamos a casa. Debe de quererte mucho para protegerte cómo lo hizo, te salvó la vida, hermano.

Montaron en los caballos.

—Fue recompensada por ello —escupió Tom al tiempo que clavaba las espuelas en los flancos del caballo—. Te aseguro que el amor no tiene nada ver con lo que hay entre ___________ y yo.

Georg no estaba tan seguro de eso. No sabía mucho de senti­mientos, pero en su opinión, _______ había mostrado mucho más que preocupación por Tom, había hecho un extraordinario es­fuerzo para ayudarle y, cuando ellos la presionaron, había admitido que le amaba. Se preguntó si su hermano habría considerado la posibilidad de que __________pudiera estar embarazada.

Mientras tanto, los pensamientos de Tom corrían paralelos a sus emociones. Estaba enfadado con Bill y furioso con Michelle. Todas las mujeres eran unas intrigantes. Michelle había in­tentado seducirle repetidas veces, pero él siempre la había recha­zado. La consideraba una arpía, pero jamás la hubiera creído capaz de la clase de intriga que había demostrado. No era demasiado in­teligente ni lo suficientemente astuta para idear un complot de esa clase. Pero Mike sí lo era. De repente, Tom tiró de las riendas fre­nando al caballo.

—¿Qué pasa? —preguntó Georg, deteniéndose al lado de su hermano—. ¿Por qué te paras?

—¿Cuánto dinero le exigió Doolittle a Bill? —Casar a su her­mana embarazada con un Kaulitz no era suficiente para él—. ¿Cuánto, Georg?

Georg pensó que Tom era demasiado intuitivo para su bien y que no le quedaba más remedio que contarle hasta el último de­talle.

—Cinco mil dólares. Por eso se ha quedado Bill en el pueblo, para darle el dinero.
No era necesario que Tom dijera nada, su expresión hablaba por él. Azuzó a su caballo y galopó por el camino, dejando atrás a Georg en medio de una nube de polvo



CHICAS... aqui esta otro capi... el viernes no vi muchos comentarios asi que por eso no subi..
ademas que no me dio mucho tiempo el trabajo >-< por eso les subo ahora...
Espero que les guste...
Y SI por fin Tom esta libre... pero pobre de Bill....
Ahi ya les quiero subir mañana... esta buena la trama .. jajaja

Cuidence Chicas
Las Quiero
BYE =D

4 comentarios:

  1. me encantooo que pasara con conmigo ooooooo quiero saber yaaaaaaaaaaaaaa.

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  2. al fin volvi a leer la fic la había abandonado x culpa de la universidad ash cmo la detesro :(.......me encanto el cap Dios que pasara ahora con Bill y que pasara con migo y Tom ya quiero saber y que bueno que Tom es libreeeeeeeeeeeee siiiiiii sube otro xfa amo la fic
    cuidate mucho chao :)

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  3. Enserioo amo esta fic. Es demasiado hermosa *.* esta muy interesantee.. Pobre Bill..
    Pero tambien pobre (tn) tan enamorada q esta??
    Yo si considero la idea de: ¿ Que pasaria si (tn) esta embarazada??..
    Siguelaaa me encanta rsta muy emocionante .. Tom detendra a (tn)?? Subeee. Bye ;-)

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  4. uuuiii Tom es libre!!! sube pronto amo la fic :D

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