Vio que uno de los jinetes recién llegados se interponía entre los secuaces de Rivas y sus caballos, cortándoles la retirada. Otro de sus rescatadores se acercó a él.
—¿Es usted Tom Kaulitz?
Tom vio la insignia del jinete y sonrió de oreja a oreja.
—Sí. ¿Cómo lo ha sabido? No sabe lo mucho que me alegro de verle, marshal. Había oído que el gobernador había designado a un representante de la ley en el territorio.
—Soy el marshal Kinder. Llevamos unas horas buscándole, parece que le hemos encontrado justo a tiempo.
—Me gustaría saber qué es lo que le ha traído en mi búsqueda, señor, pero ahora no tengo tiempo para explicaciones. Mi mujer se encuentra en graves problemas en Rolling Prairie y tengo que llegar junto a ella sin más demora. Estos hombres han sido enviados por un individuo llamado Mario Rivas para matarme. Es una larga historia, se la contaré en otro momento.
—Lo sé todo sobre ese canalla, señor Kulitz. Mis hombres y yo vamos a llevar a estos malhechores a Rolling Prairie y pediremos muchas explicaciones a ese tal Rivas, dada la información que nos facilitó su mujer.
Tom contuvo la respiración.
—¿Ha visto a mi mujer? ¿Está...? —tragó saliva— ¿Está bien?
—Tiene una mujer muy valiente, señor Kaulitz. Cabalgó a Roundup en medio de la noche para reclamar nuestra ayuda, arriesgando su vida en ello. Su historia resultó un tanto rocambolesca, pero menos mal que la creí. Casi habíamos renunciado a encontrarle cuando oímos los disparos.
—¿Dónde se encuentra _______ ahora? ¿Está en el Circle F?
—No, allí no estaba segura. La obligamos a inscribirse en el hotel de Roundup y espero que siga allí. Anoche estaba muy cansada. Rivas ha estado suministrándole láudano para mantenerla controlada y, a pesar de todo, encontró la manera de escapar de los secuaces de Rivas y llegar hasta mí. Es usted un hombre muy afortunado, señor Kaulitz.
—Comienzo a pensar que tiene razón, marshal; aunque no pensaba lo mismo hace veinte minutos. Si no necesita nada más, me gustaría reunirme con mi esposa.
—Necesito que los dos se queden en Roundup hasta que se aclare todo este asunto de Rivas en Rolling Prairie. Le haré saber cuándo es seguro regresar al Circle F
—Será un placer, señor —dijo Tom con una amplia sonrisa—. _______ y yo necesitamos un tiempo para nosotros, no llegamos a disfrutar de una luna de miel en condiciones.
Tom levantó la mano para despedirse del marshal y se marchó.
Tom llegó a Roundup varias horas después y lo primero que hizo fue detenerse en los establos para que se ocupasen de su caballo. El pobre animal había hecho un gran esfuerzo y se merecía unos días de atenciones especiales.
—Trátelo bien —ordenó Tom al encargado de las caballerizas mientras palmeaba el aterciopelado hocico de Medianoche—. Acabo de llegar al pueblo, ¿podría decirme dónde está el hotel?
—A dos manzanas de aquí, al doblar la esquina. No tiene pérdida, es el único hotel que hay.
Tom se echó al hombro las alforjas y emprendió la marcha calle abajo. Se moría por ver a _________, por sentirla entre sus brazos, por besar sus dulces labios, por acariciarla y amarla. Habían lidiado una dura y larga batalla para estar juntos y nada los separaría otra vez.
Sabía que parte de aquella pelea se debía a que no había creído en ________. La desconfianza que siempre había sentido hacia las mujeres le había lisiado emocionalmente y provocado que levantara un muro alrededor de su corazón. Entonces apareció ella, y todas las creencias y prejuicios que tenía en contra del matrimonio quedaron en evidencia; pero hasta que no la conoció, no había encontrado a la mujer perfecta para él.
—¿Mi mujer está en la habitación? —preguntó.
—Yo no la he visto salir.
Subió de dos en dos las escaleras hasta el segundo piso y corrió por el pasillo hasta detenerse bruscamente frente a la habitación 210. Observó que le temblaba la mano cuando la levantó para llamar a la puerta.
Entre tanto, __________ encontraba
aquella espera intolerable. Su mente no dejaba de trabajar, imaginando a Tom
muerto en un camino desierto. No sabía cómo sobreviviría si el marshal
Kinder había llegado demasiado tarde para salvarle. Aquella espera estaba
volviéndola loca, no estaba en su naturaleza quedarse de brazos cruzados sin
hacer nada mientras el peligro acechaba a un ser querido. Si Kinder no podía
encontrar a Tom, quizá ella sí pudiera. Una vez convencida de que tenía que
salir en su busca, comenzó a recoger la ropa.
Entonces oyó un fuerte golpe en la
puerta y se le puso un nudo en la garganta. El corazón se le aceleró. ¡El
marshal estaba de regreso! El temor a conocer las noticias que podría
traer la mantuvo paralizada en el sitio, incapaz de moverse o responder. Se
llevó las manos al vientre, buscando consuelo en el niño que llevaba en su
interior; un niño que quizá nunca conocería a su padre.
CHICAS.... capi nuevo.. espero les guste... y yo creo que entre estos días la Ficc terminara =(... aunque no quiero que termine.. pero como dicen TODO tiene su final....
pero no se preocupen porque voy a seguir con otra.. =)
Cuidence..
Las Quiero
BYE =D
Awwww me emociono la fic estaa realmenteee hermosa..!! Justo lo dejas ahy >.<
ResponderEliminarme dara mucha pena q acabe en estos dias pero lo bueno es q seguiras... XDD
bye
no la dejes ahi!!! tn abre la puerta y date cuenta de que el amor de tu vida esta justo al otro lado de esa puerta!! sube pronto
ResponderEliminarbuena buena.. siguela y no tardes chau xD la mia ya termina el miercoles =( sale cuidate chau
ResponderEliminarTamitha hoy estuve navegando por univision leendo varias fics y vi q publicas Amar a un extraño ahiii.. Y hace mucho q no subes y tienes muchos comentarios diciendo q la sigas q estan desesperadas... Yo pienso q por tu trabajo ni time tendras para publicarla ahii asi q si tu quieres yo puedo comentar y dejarles el link para q lo lean en este blogger ... Mañana lo comentaria ni bien pueda q dices?? Esq yo las entendioo yo estaria de igual de desesperada q ellas xq justo lo dejaste inyetesantee... XD
ResponderEliminara mi me dices bye